Abrojos en la Lana
Abrojos en la lana fue presentado en Pigüé el viernes 5 de mayo en la Biblioteca Pública Sarmiento. En la misma la Prof. Paula Ramírez Borga realizó el siguiente análisis literario:
Cada libro tiene Alma, el alma de quien lo escribió y de quienes leyeron,
vivieron y soñaron con él
(“La sombra del viento” de Carlos Ruiz Zafón)
Abrojos
en la lana es un libro de cuentos que hoy sale a la luz con Alma propia… se
presenta como un entretejido de historias que rescatan la fuerza de la memoria
colectiva, y el valor de la memoria oral (narraciones escuchadas).
Los
relatos se entretejen en la “cocina de la vida”: la infancia, la juventud, la
vejez… los conflictos y dilemas se desgranan en las historias.
A
cada paso nos encontramos con “paisajes familiares” (una negra cocina de
hierro, el crepitar de la leña y el vapor del perfume de eucalipto…noches en
las sierras; la orilla de un arroyo; las voces del trigal; un amanecer en el
campo custodiado por los molinos); y en ese escenario, el corazón de los cuentos
(conflicto) empieza a latir para desbordar emociones.
El
autor eligió organizar el libro en cinco partes, cada una de ellas envuelve
“paternalmente” los cuentos, bajo un nombre.
UNO: PALABRAS
Las
palabras aparecen como protagonistas, son las encargadas de hacernos vibrar:
las palabras se esconden…..o se trasladan en burbujas de agua. Aparecen
vendedores de palabras que las ofrece porque las ama; y un bibliotecario-
prestidigitador que rescata a “los libros vírgenes de lectores” para darles
vida.
Estos
cuentos están llenos de emoción, los personajes cautivan por su singularidad; la
naturaleza sugestiva y mágica de los hechos, los presenta al mejor estilo García
Márquez.
DOS: DES- ABROJAR
Los rituales de lo cotidiano toman fuerza y se muestran como interrogantes,
desafíos de los vínculos humanos.
Hay
juegos temporales, hay silencios y contemplación. Aparecen los Amores silenciosos,
escondidos en el tiempo. Las situaciones
se presentan como metáforas del acto de escribir; hay reflexiones sobre el acto
de escribir comparándolo con el des abrojar.
Las
historias se tiñen de humor (El gallo urbano) o de una profunda tristeza (La
lágrima pintada) como el vaivén de la vida… pero sin dejar el romanticismo que
muestra la sensibilidad que transmiten las palabras.
Y el autor reflexiona sobre el proceso creador… la figura del “hacedor de
historias” y sus planteos, se desprenden en las entrelineas de cada relato que
integran estas dos primeras partes.
TRES: EL TIEMPO
Cita del cuento TIEMPOS
…Si me preguntan (…cuanto tiempo transcurrió…)
deberé responder que los
hombres contaron cinco cosechas,
el tiempo de ver crecer a
un niño.
Pero deberé agregar que las
luciérnagas
contaron cientos y cientos
de generaciones muertas,
un tiempo perdido en la
memoria.
Y que para la montaña transcurrió apenas un
instante.
(Liliana Bodoc, Los días de
la Sombra).
Se presenta el escritor- historiador, no en desmedro de la ficción, al
contrario, dándole a los relatos: profundidad humana.
Cuentos como: El fundador, Esas
cosas de la vida, Albañil…le dan a los relatos un tono intimista. Lo
autobiográfico toma más fuerza en estas historias, dándole a las situaciones un
matiz filosófico (cuestiones referidas al paso del tiempo, a las
transformaciones) y rescatando personajes de la vida, como un homenaje y un
celebrar su sabiduría (la de las palabras simples y acciones trascendentes).
CUATRO: SENSACIONES
…“El hilo mágico de la escritura
permitirá que las palabras transmitan sensaciones”
El
autor nos sorprende con sus fuentes ideológicas… lo mismo cita a Heidegger,
Borges, Neruda… que a La Renga. La
poesía en las palabras, no tiene prejuicios.
Un
viaje en colectivo, una noche en las sierras, un oscuro ascensor, el desborde
de un rio… escenarios que preparan a los personajes para desnudar sus miedos,
sus deseos, sus angustias y tristezas…lo inquietante toma vida para despertar
en el lector las sensaciones más variadas, que se despliegan en las páginas,
desovillando emociones, tejidas en nuestra alma.
CINCO: ESTAMPAS VOLGUENSES
Las
vivencias profundas, el poder de la memoria, la afirmación de nuestra identidad:
de lo que somos, de dónde venimos… sobre esta plataforma se construyen estos
relatos (nos lo dice el autor en el prólogo de esta quinta parte)
“Amanecer” “El Molino” “Un día,
el carro…” “Leña al fuego” “La leyenda del Filsen” “La búsqueda”… descubrirán
las huellas que deja el paso del tiempo.
Los
valores, la memoria colectiva y oral, se impregnan con fuerza en esta última
parte con la que el autor decide cerrar el libro de cuentos. Un libro con Alma
propia que envuelve el amor por “crear historias”.
5 de mayo de 2017
Acercamiento
literario a la obra “Abrojos en la lana” de Horacio Agustín Walter
Por Delia Martí de D´Andrés
Con “Abrojos en la lana” Horacio Agustin Walter nos brinda una metáfora
que estimula nuestro pensamiento, como primer paso. Luego nos sigue llevando de
la mano en narraciones que surcan un camino introspectivo hacia la reflexión.
Las palabras de sus relatos son vitales, las hace nuevas, al convertirlas,
aunque sean conocidas, a través de una alianza adecuada.
El escritor late como un ser soñador de palabras. Trata de seducirlas y
extraer de ellas una potencialidad semántica que le permite decir a los demás lo
que las palabras le dicen a él en un código secreto.
En los hechos que presenta se advierte la tarea de narrar para ver más
allá de los límites del lenguaje, así su obra se muestra comprometida con el
entorno. El lector se ubica entre la obra y el mundo y por esa razón puede unir
el mensaje con las referencias de su propia experiencia en un medio que también
lo abarca y lo integra a lo imaginario-real.
Lentamente la trama nos va ganando, ya sea por el dibujo de los
personajes, la ilusión novelesca o la identificación de vivencias humanas y
cercanas de un pasado que nos toca, nos encuentra y emociona.
Divide el texto en cinco partes que van ascendiendo en un clímax que
mantiene la tensión en el lector: Palabras, Des-abrojar, el tiempo, Sensaciones
y Postales Volguenses.
El lector siempre queda marcado por su encuentro con la ficción
literaria, quizás más libre en pensamiento, más ágil en puntos de vista, más
ancho en horizontes, dueño de un universo de significaciones más rico, más
resistente y de tramas más sutiles. Con estas expresiones y muchas más:
…quitar los abrojos, purificar,
corregir hasta que el texto nos permita disfrutar la delicada sensación de la
lectura…
alumbrar los escondidos pliegues
que tiene el alma del escritor…
Decidí archivar mis palabras. Por
lo pronto, las ordené y las guardé. Si alguien me pidiera alguna, la podría
encontrar con facilidad. Separé dos para mi. Me gustaban…
Aprendimos a escuchar las
historias en el mismo momento en que comenzamos a des-abrojar la lana, quitando
esas espinosas impurezas hasta descubrirla limpia, blanca e impecable. Aquella
postal familiar nos lleva a tratar los texto como si fueran ese vellón de lana...
Horacio Agustín Walter centra la atención en lo que siente y se vive,
en el mundo que nos rodea para “escucharlo”. Su mundo de palabras, su cuidadoso
estilo, la presencia de la inquietud por el tiempo, las sensaciones que generan
respuestas emocionales, l sentimiento doloroso producido por el alejamiento de
las raíces y los orígenes.
En las estampas volguenses se concentra una profunda significación que
transporta al sentimiento de ausencia de base, de conexión a la tierra, a la
historia, cultura y antepasados.
Es así como sus narraciones abren un sinnúmero de recuerdos que nos dan
cita con los deseos del reencuentro, con la comprensión de la dureza de la vida
de los inmigrantes, con la admiración por la fortaleza de personas comunes que
desprendidos de su tierra, debieron atrapar el lugar que los acogía sin pensar
en regresos.
“Abrojos en la lana” es una antología de cuentos propios, muy cálida, a
veces conmovedora. Los lectores podrán hallar en los hechos y personajes un
lugar para reflexionar, para descubrir el valor de la palabra y su permanencia
invulnerable.
Mis felicitaciones al autor por este importante logro y el deseo que
sean muchos los lectores que acudan al encuentro con esta creación.
(en la
presentación de Abrojos en la Lana, en Puan, el 6 de mayo de 2017).
Un nuevo libro aparece en el horizonte literario del autor. Abrojos en la lana, recuperación de relatos y cuentos breves de los últimos años. Para el autor, los cuentos, las ficciones y las historias son justamente un trabajo sobre la palabra: clave de la comunicación, unión con lector y búsqueda de la expresión artística. Estos escritos reflejan dichos objetivos.
Su lectura
nos permitirá descubrir que el contacto y la comunicación humana tienen formas
enriquecedoras que van más allá de la palabra escrita o hablada. Y cuando ésta se encuentra ausente solo hay en la
comunidad desorden y vacío.
También,
permitirá al lector disfrutar el esfuerzo de la escritura, de la búsqueda del
estilo, la preocupación por la elección de los temas, el variado formato de las
historias que como la narración, el monólogo y el juego de las historias
circulares.
Uno de sus protagonistas
preferidos es el tiempo. La historicidad
como temporalidad finita y contingente en la que la persona humana, la
perfecciona y la consuma en la libertad. El tiempo como recuerdo y memoria,
como fugacidad, como diferenciación entre el mundo horario y el tempo íntimo y psicológico del individuo. La perfección de
la libertad del hombre frente a su propia muerte o como ámbito donde el individuo se redescubre
dentro del pasado-presente-futuro, un
juego literario casi borgeano.
Las sensaciones captadas por la
sensibilidad del autor quedan expresadas a veces con humor, otras con acritud. El miedo, la
desesperación, la sorpresa es la tarea y el ejercicio de su escritura en un
intento de imitar de captar en forma
mágica o fotográfica a la realidad.
Para el final quedan las estampas
de la comunidad alemana del Volga con relatos que realzan su particular historia y su esfuerzo
por sobrevivir en distintas culturas. La identidad del colectivo volguense se
acentúa en la descripción de sus juegos, sus personajes típicos. Dolor, humor, esperanza y fracasos constituyen una variedad temática
remarcada por el profundo amor y
solidaridad de su gente.
Abrojos en la lana no tiene más pretensión que la de compartir una
experiencia literaria, elegida cuidadosamente, variada en su temática y en sus
estilos, para mostrar a los lectores la
vigencia de la palabra y la posibilidad de animarse a la escritura. Y si se
animan, el solo intento de escribir es de por si, un avance hacia adelante.
Los abrojos producen algo de dolor al intentar quitarlos de la
lana. Como en la vida, para que ésta sea suave y llevadera, es necesario ver
las espinas, encontrarlas y quitarlas, a veces con dolor, a veces con amor,
siempre con esperanza.-
El libro para el mes de mayo estará a disposición de los lectores
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