Por la tardecita de ese viernes de junio, la presentación se inició cuando Esther Barnet, Presidente del
Casal dels Països Catalans, en cuyo salón se realizaba la misma, inició sus
palabras de bienvenida significando el
valor de la celebración que significa la
presentación de un libro, imaginando el esfuerzo de crear historias y
haciéndonos zambullir en el mundo de las palabras. El casal se transformó una
vez más, como dijera Galeano, en la casa de las palabras.
Esther Barnett, Presidente del Casal |
Y como a veces pareciera que no nos acostumbramos a ellas o a los libros, esta bienvenida tuvo sabor a desafío. Que, con mucha fuerza, tomó Rosita Sabatté. Fue ella quien, ofreciendo a los presentes sus ovillos de lana, hizo que nuestros dedos los tocaran. Nos hizo sentir su tersura, oler su perfume e imaginar cómo, a partir de ese contacto, se puede recuperar la memoria y a la vez imaginar las historias. ¿Por qué no animarse también a escribir? Asi, jugando con los ovillos nos dejó a los presentes todas las ganas de leer los cuentos y las historias de los Abrojos.
Rosita Sabatté |
O Aquel niño que se defendía de la adversidad soplando para que el agua le lleve a alguien su pedido de ayuda, o aquel hombre, en la cocina de un invierno, que leía los cuentos a su familia. Preguntas y más preguntas en tono de complicidad, fue dejando en cada uno las ganas de comenzar a leer.
Alicia Juliánez |
Alicia González |
Quise disimular la emoción porque ya la voz no emanaba con soltura. Se quebraba. Entonces dije, lo
que vuelvo a decir ahora: Gracias por leerme, por completar la obra de la
palabra. Gracias.
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